Arbusto espinoso de hoja perenne originario de las zonas costeras de la provincia Natal en Sudáfrica.
Sus hojas son verde oscuro brillante; gruesas y coriáceas pudiendo
resistir la desecación por vientos y la brisa salobre procedente del
mar. Las espinas son gruesas y ramificadas, en forma de forma de Y.
Tiene grandes flores blancas de unos 5 cm de diámetro. Al madurar los
frutos son rojos, muy llamativos, en forma de huevo, de unos 4 cm de
longitud. Al cortarlos rezuma un látex blanquecino, que hace que sea una
fruta inusual y exótica. La pulpa es dulzona y rica en vitamina C, de
agradable sabor. Los frutos se deben comer completamente maduros, ya que
de no estarlos son tóxicos. Los frutos se pueden procesar para preparar
confituras, mermeladas y jugos. Éstos se pueden cosechar a lo largo del
verano y otoño.
Es una planta rústica, poco exigente, que puede ser cultivada en
varios tipos de suelos, aunque prefiere los arenosos y bien drenados;
tolera la salinidad y los suelos pobres. Soporta los periodos de sequía,
aunque necesita riegos regulares para una adecuada fructificación.
Se recomienda su cultivo a pleno sol o bajo un poco de sombra,
evitando que el sombreo sea total. Soporta el calor fuerte, pero con
humedad en el suelo. No tolera las heladas, aunque si esta es suave las
hojas se queman rebrotando en primavera.
Es un arbusto muy apropiado para el jardín tropical y subtropical,
con muy reducido mantenimiento. Es una planta de gran belleza ornamental
por su follaje denso y compacto. Es ideal para setos vivos, pudiéndose
plantar a lo largo de la valla de un jardín. Dependiendo de la variedad,
puede alcanzar de dos a tres metros de altura. Hay variedades enanas,
apenas sin espinas que crecen hasta un metro. En una misma planta
podemos encontrar flores y frutos que destacan sobre el follaje verde
oscuro. Se pueden plantar en rodales, jardines, campos de golf, macetas,
balcones.